fbpx

Introducción:

La rizartrosis es una afección articular degenerativa que afecta la articulación base del pulgar, conocida como articulación trapeciometacarpiana. Esta enfermedad crónica provoca dolor, inflamación y limitación en el movimiento del pulgar, lo que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. En este artículo, exploraremos en detalle qué es la rizartrosis, sus síntomas, causas, diagnóstico y opciones de tratamiento disponibles.

¿Qué es la rizartrosis?

La rizartrosis, también conocida como artrosis de la articulación trapeciometacarpiana, es una forma de osteoartritis que afecta específicamente la base del pulgar. Esta articulación es esencial para realizar movimientos como pellizcar y agarrar objetos, lo que la convierte en una parte fundamental de las actividades diarias.

Síntomas:

Los síntomas más comunes de la rizartrosis incluyen dolor en la base del pulgar, inflamación, rigidez, debilidad y dificultad para realizar movimientos finos con el pulgar, como abotonarse la ropa o girar una llave. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas pueden empeorar, dificultando aún más el uso normal del pulgar.

Causas:

La rizartrosis se desarrolla principalmente debido al desgaste gradual de la articulación trapeciometacarpiana a lo largo del tiempo. Al igual que otras formas de osteoartritis, existen varios factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de la rizartrosis, entre ellos:

1. Edad: A medida que envejecemos, el cartílago que protege las articulaciones se desgasta naturalmente, aumentando el riesgo de desarrollar rizartrosis.
2. Género: Las mujeres tienen mayor predisposición a padecer rizartrosis que los hombres.
3. Lesiones previas: Traumas o lesiones previas en la articulación trapeciometacarpiana pueden aumentar el riesgo de desarrollar rizartrosis en el futuro.
4. Actividades repetitivas: Movimientos repetitivos y de alto impacto en la base del pulgar, como los realizados en ciertos deportes o profesiones, pueden contribuir al desgaste articular.

Diagnóstico:

El diagnóstico de la rizartrosis generalmente se basa en la evaluación clínica de los síntomas y en la realización de pruebas adicionales, como radiografías o resonancias magnéticas. Estas pruebas ayudan a confirmar el deterioro de la articulación y descartar otras posibles condiciones que puedan causar síntomas similares.

Tratamiento:

Si bien la rizartrosis es una enfermedad crónica y degenerativa, existen diversas opciones de tratamiento que pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Algunas de las opciones más comunes son:

1. Medicamentos: Se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) para reducir el dolor y la inflamación asociados con la rizartrosis.

2. Terapia física: Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento específicos pueden ayudar a mejorar la movilidad y la fuerza de la articulación afectada. Los terapeutas físicos también pueden proporcionar técnicas de terapia manual y modalidades de tratamiento, como la terapia con calor o frío, para aliviar el dolor y reducir la inflamación.

3. Férulas y aparatos ortopédicos: El uso de férulas o aparatos ortopédicos diseñados para estabilizar y soportar la articulación del pulgar puede ayudar a aliviar los síntomas y proteger la articulación del estrés adicional durante las actividades diarias.

4. Inyecciones de corticosteroides: En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides en la articulación afectada para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Sin embargo, estas inyecciones suelen ser limitadas en el tiempo y no se recomienda su uso a largo plazo debido a posibles efectos secundarios.

5. Cirugía: Cuando los tratamientos conservadores no proporcionan alivio adecuado, se puede considerar la cirugía. Existen diferentes procedimientos quirúrgicos para tratar la rizartrosis, como la artroplastia de reemplazo de la articulación o la artrodesis, que implica fusionar los huesos de la articulación. La elección del procedimiento dependerá de la gravedad de la afección y las necesidades individuales del paciente.

Es importante destacar que el tratamiento de la rizartrosis debe ser individualizado y adaptado a cada paciente, teniendo en cuenta factores como la edad, la actividad física y las preferencias personales. Además, es fundamental adoptar medidas de autocuidado, como evitar actividades que agraven los síntomas, mantener un peso saludable y aplicar terapias complementarias, como la terapia ocupacional, que pueden ayudar a mejorar la funcionalidad de la mano y el pulgar afectados.

Conclusión:

La rizartrosis es una afección degenerativa dolorosa que afecta la articulación base del pulgar. Aunque es una enfermedad crónica, existen opciones de tratamiento disponibles que pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Es importante buscar atención médica adecuada para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento individualizado. Con el tratamiento adecuado y el cuidado adecuado, las personas afectadas por la rizartrosis pueden llevar una vida activa y funcional, minimizando el impacto de esta afección en su día a día.

You cannot copy content of this page